Todo comenzó en la vecina ciudad de Roque Perez en 1982, bajo el nombre de Fimaro.
En el año 90 Roberto Fioretti, con su esposa Alba Schumacher se mudan y con ellos trasladan su proyecto a la ciudad de Lobos, donde hoy perdura, intenta superarse, crece y proyecta un futuro prometedor junto con sus clientes.